La sociedad en la cual estamos inmersos ha sufrido varios cambios estructurales respecto del uso en sus tecnologías. Hace ya varios años la tecnología en Chile no era muy alcanzable para las familias chilenas, sólo países con altos ingresos podían acceder a ellas.
La tecnología hoy en día se ha transformado en una herramienta esencial para poder desarrollar más fácilmente diversas tareas de cualquier ámbito.
Pero esta vez no quisiera sólo enfocarme en como chile ha llegado a ser el país con mejor uso de las tecnologías en América del Sur, sino que me gustaría entrar a debatir el tema del correcto uso de los software que utilizamos en la diaria convivencia con los actuales sistemas operativos que existen hoy; ya sean Linux, Windows, o Ubuntu.
Como es sabido por la mayoría de los usuarios que adquieren la herramienta de un Computador o un PC (como quieran llamarlo), el sistema operativo que ha tenido la mejor llegada para con los usuarios ha sido Windows. Este sistema operativo ha sido diseñado y elaborado por la Compañía Microsoft, quien a su vez ha ido desarrollando, desde hace muchos años, la creación de ciertos programas que funcionen para este sistema. Algunos programas creados por Microsoft son Word, Excel y Power Point, los cuales están hechos para organizar de una forma extremadamente fácil la manipulación de presentaciones, ensayos, hojas de cálculo, entre otras.
El problema al cual me quiero referir hoy, es a la forma en que cada usuario de Windows, o de cualquier otro sistema operativo, adquiere estos programas. La acción que es clasificada de más adecuada para la adquisición de estos productos abstractos, sería la de una Licencia . Esto quiere decir que una vez que el usuario
se interese por algún programa de Microsoft (o de cualquier otro proveedor) tendrá la posibilidad de pagar por este permiso quedando totalmente habilitado de manera legal para la utilización del programa, además podrá instalar el mismo programa en otros computadores de su hogar u oficina dependiendo de las facilidades que el proveedor esté dispuesto a entregar. El problema aquí, es que las licencias de uso son de muy elevado costo, es por esto que la gran mayoría de las familias, estudiantes, directores de escuela, usuarios en general, bajan los programas directamente de internet o los adquieren en ferias libres donde la copia de estos productos en CDs está a muy fácil acceso.
En casi todo el mundo se castiga con multas o penas de presidio a aquellos usuarios que adquieran estos software de la forma mencionada anteriormente, sólo que la forma en que la ley es aplicada, cambia dependiendo de cada
país. En Chile se pretende hacer más rígidas la penas para aquel usuario que no actúe de manera legal. En 2007 se envió un proyecto de ley con el fin de hacer más efectiva la persecución de estos delitos contra la propiedad intelectual. (Fuente)
En Chile el porcentaje que infringe la Ley de derechos de autor (o Copyright) ha aumentado llegando a un porcentaje de 67% en comparación con los estudios realizados en 2007 en los cuales se obtuvo un porcentaje de 66% (según Business Software Alliance (BSA)). A mi parecer estas cifras seguirán aumentando de manera considerable si no se frena esto de manera radical.
Concluyendo, podemos afirmar que el principal problema que hace que los usuarios opten por violar los derechos de autor o de propiedad intelectual, es porque las licencias de los software privativos (cualquier programa informático en el que los usuarios tienen limitadas las
posibilidades de usarlo, modificarlo o redistribuirlo (con o sin modificaciones), o cuyo código fuente no está disponible o el acceso a éste se encuentra restringido, Fuente) son muy costosas y no están al alcance de mucha gente, por ende lo que terminaría por dar fin a este inconveniente, a mi parecer, sería disminuir los costos de obtención o transformar de lleno los software de carácter privativos en software libres (o free) dejando, de esta manera, que cualquier usuario pueda tener acceso a estos. A simple vista no parece ser muy ventajoso para las grandes compañías proveedoras, pero estas últimas podrían crear versiones básicas sin expectativas de lucro y versiones avanzadas para aquellos usuarios que deseen pagar por más opciones. De esta forma todos no veríamos beneficiados contribuyendo ineludiblemente al conocimiento y a la cultura de todos los usuarios en el mundo.
La tecnología hoy en día se ha transformado en una herramienta esencial para poder desarrollar más fácilmente diversas tareas de cualquier ámbito.
Pero esta vez no quisiera sólo enfocarme en como chile ha llegado a ser el país con mejor uso de las tecnologías en América del Sur, sino que me gustaría entrar a debatir el tema del correcto uso de los software que utilizamos en la diaria convivencia con los actuales sistemas operativos que existen hoy; ya sean Linux, Windows, o Ubuntu.
Como es sabido por la mayoría de los usuarios que adquieren la herramienta de un Computador o un PC (como quieran llamarlo), el sistema operativo que ha tenido la mejor llegada para con los usuarios ha sido Windows. Este sistema operativo ha sido diseñado y elaborado por la Compañía Microsoft, quien a su vez ha ido desarrollando, desde hace muchos años, la creación de ciertos programas que funcionen para este sistema. Algunos programas creados por Microsoft son Word, Excel y Power Point, los cuales están hechos para organizar de una forma extremadamente fácil la manipulación de presentaciones, ensayos, hojas de cálculo, entre otras.
El problema al cual me quiero referir hoy, es a la forma en que cada usuario de Windows, o de cualquier otro sistema operativo, adquiere estos programas. La acción que es clasificada de más adecuada para la adquisición de estos productos abstractos, sería la de una Licencia . Esto quiere decir que una vez que el usuario
se interese por algún programa de Microsoft (o de cualquier otro proveedor) tendrá la posibilidad de pagar por este permiso quedando totalmente habilitado de manera legal para la utilización del programa, además podrá instalar el mismo programa en otros computadores de su hogar u oficina dependiendo de las facilidades que el proveedor esté dispuesto a entregar. El problema aquí, es que las licencias de uso son de muy elevado costo, es por esto que la gran mayoría de las familias, estudiantes, directores de escuela, usuarios en general, bajan los programas directamente de internet o los adquieren en ferias libres donde la copia de estos productos en CDs está a muy fácil acceso. En casi todo el mundo se castiga con multas o penas de presidio a aquellos usuarios que adquieran estos software de la forma mencionada anteriormente, sólo que la forma en que la ley es aplicada, cambia dependiendo de cada
país. En Chile se pretende hacer más rígidas la penas para aquel usuario que no actúe de manera legal. En 2007 se envió un proyecto de ley con el fin de hacer más efectiva la persecución de estos delitos contra la propiedad intelectual. (Fuente)En Chile el porcentaje que infringe la Ley de derechos de autor (o Copyright) ha aumentado llegando a un porcentaje de 67% en comparación con los estudios realizados en 2007 en los cuales se obtuvo un porcentaje de 66% (según Business Software Alliance (BSA)). A mi parecer estas cifras seguirán aumentando de manera considerable si no se frena esto de manera radical.
Concluyendo, podemos afirmar que el principal problema que hace que los usuarios opten por violar los derechos de autor o de propiedad intelectual, es porque las licencias de los software privativos (cualquier programa informático en el que los usuarios tienen limitadas las
posibilidades de usarlo, modificarlo o redistribuirlo (con o sin modificaciones), o cuyo código fuente no está disponible o el acceso a éste se encuentra restringido, Fuente) son muy costosas y no están al alcance de mucha gente, por ende lo que terminaría por dar fin a este inconveniente, a mi parecer, sería disminuir los costos de obtención o transformar de lleno los software de carácter privativos en software libres (o free) dejando, de esta manera, que cualquier usuario pueda tener acceso a estos. A simple vista no parece ser muy ventajoso para las grandes compañías proveedoras, pero estas últimas podrían crear versiones básicas sin expectativas de lucro y versiones avanzadas para aquellos usuarios que deseen pagar por más opciones. De esta forma todos no veríamos beneficiados contribuyendo ineludiblemente al conocimiento y a la cultura de todos los usuarios en el mundo.
